La vida promedio de la referida operación, amortizable en tres pagos anuales, en 2058, 2059 y 2060, es de 35 años. Además, fue lanzada una oferta de recompra de tres series de bonos globales en dólares, que vencen en 2025, 2027 y 2031. Esta propuesta le ofrecía al inversor la posibilidad de vender su bono a la República Oriental del Uruguay en efectivo, “ofertas no preferidas”, o de presentarlo como parte del pago del nuevo bono que se emitía, “ofertas preferidas”.
La emisión total alcanzó los 1.298 millones de dólares, de los que 1.250 millones fueron a cambio de efectivo. Según el Ministerio de Economía y Finanzas, la demanda de los inversores “superó ampliamente el monto ofrecido”. En este contexto, desde la institución, se indicó que dicha emisión reconfirmó la confianza de los inversores locales e internacionales en la “fortaleza macroeconómica” de Uruguay.
Con la mencionada operación se buscó consolidar la política de prefinanciamiento del Gobierno central, fortalecer el actual nivel de liquidez a través de la obtención de fondos y extender la madurez promedio de la deuda, mediante la recompra de instrumentos con vencimiento en los próximos años, con la finalidad de disminuir el riesgo de refinanciamiento. Asimismo, se procuró generar un nuevo punto de referencia en el tramo largo de la curva de rendimiento de bonos en dólares y continuar diversificando la base inversora.