El proyecto, que fue supervisado por las arquitectas Laura Liz y Sandra López, de la División Arquitectura del Poder Judicial, consiste en una ampliación y reorganización interna de los Juzgados de Familia. Con esa finalidad se generó un nuevo acceso por la calle Arturo Santana con rampa e ingresando a la sala de espera del sector de atención la público en baranda. Al fondo se construyeron nuevos servicios, incluyendo servicios higiénicos para funcionarios, servicios higiénicos para discapacitados y tisanería.
Además, se reformuló la distribución interna, trasladando los despachos de actuarios sobre la calle Román Guerra y dos sectores de oficina, incluyendo sector diferenciado para los alguaciles. También se creó una comunicación interna al sector de archivo ubicado en la planta baja de la unidad 002.
En la planta alta, a la cual se accede por un ascensor y por escalera, se ubica la sala de espera del sector de salas de audiencia, incluyendo un rincón infantil. En este piso también se reorganizaron los espacios, concentrando las tres salas de audiencias.
