El reciente proceso electoral, ya culminado, ha vuelto a poner en evidencia una preocupación compartida por distintos actores políticos y ciudadanos: la sucesión de elecciones en cortos períodos de tiempo puede generar desgaste, fatiga cívica y un progresivo alejamiento de la ciudadanía respecto a los asuntos públicos.
Incluso el Presidente de la República, Yamandú Orsi, expresó públicamente la conveniencia de acortar los tiempos del proceso electoral. Esa visión merece ser tomada en cuenta, no como una propuesta partidaria, sino como una inquietud legítima que interpela a todo el sistema político.
Por ello, se considera oportuno invitar a todos los partidos con representación parlamentaria a un ámbito de diálogo institucional, que permita reflexionar, con la debida distancia del próximo ciclo electoral, sobre eventuales ajustes que hagan al proceso más ágil, racional y comprensible para la ciudadanía, sin afectar las garantías ni la integridad democrática.
El fortalecimiento de la democracia exige no solo preservar sus reglas, sino también tener la capacidad de revisarlas con madurez y consenso cuando las circunstancias lo ameritan.