El ex Canciller y ministro de Ganadería, Álvaro Ramos, fue el encargado de desarrollar uno de los tres grandes temas en que se articulan las propuestas del PI: Crecimiento Económico (Competitividad, Inversiones, Inserción internacional, Trabajo, Pequeñas empresas y Turismo). Para cumplir los objetivos de una sociedad integrada con crecimiento y desarrollo, planteó Ramos, Uruguay debe crecer más y más rápido, y para ello debe resolver algunos problemas estructurales que se arrastran hace décadas. «Las que se pueden abordar con compromiso y profundidad en el plan de gobierno, tiene que ver con hacer más competitiva la economía uruguaya como un todo y también a sus empresas. Y esto tiene que ver, entre varias cosas, con dos fundamentales: El funcionamiento del Estado, y el aumento de la productividad y competitividad.» En este sentido, indicó que «la transparencia es clave para el diálogo y el vínculo entre la ciudadanía y el Estado». Y añadió: «La mala praxis política genera costos. La corrupción genera costos, además de que en sí misma es mala y además deteriora la imagen. Sobre al aumento de la productividad manifestó que es necesario aumentar la producción, aumentar el valor agregado de la producción, diversificar la producción exportable, diversificar los mercados de destino y estimular el consumo. En materia de inserción internacional, Ramos destacó como prioridad del PI para el Uruguay: profundizar la apertura económica y comercial, aumentar las exportaciones, crear condiciones para mejorar la capacidad importadora del país, y subrayó la necesidad de «avanzar en nuevos acuerdos comerciales» con otros países y bloques. En materia de relaciones internacionales y diplomacia, opinó que de alguna manera hay que reducir al mínimo los embajadores políticos y hay que profesionalizar la gestión y la carrera diplomática, y revalorizar el Instituto Uruguay XXI. Afirmó que hay que dotar mayor valor agregado a las cadenas que «mueven la aguja» de la economía (la carne bovina, la celulosa, la agrícola oleaginosa, cereales, el arroz y los lácteos), para ello es necesarios invertir en ciencia, tecnología, investigación, y asistencia técnica. «Expresó que se deben revisar las regulaciones del MGAP (y de todo el Estado) que, en algunos casos, «se superponen como capas geológicas». En cuanto al Estado, destacó la gestión y los cambios iniciados por Conrado Ramos al frente de la ONSC, y expresó que se debe continuar con la profesionalización de la carrera funcional del sector público, con la política salarial, la formación de los cuadros públicos en función de los servicios que prestan. Enfatizó en el cumplimiento y aplicación de la regla fiscal. Y subrayó: «La productividad es para todos. Trabajadores, sindicatos, empresarios, funcionarios públicos. En definitiva, hacer lo que hay que hacer, como hay que hacerlo y donde hay que hacerlo».
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