El acto final marca el cierre de una campaña que ha enfatizado la gestión del gobierno y ha planteado propuestas concretas para el futuro. La fórmula transmitió un mensaje de unidad, compromiso y confianza en que el Partido Nacional no solo puede continuar gobernando, sino que tiene la capacidad de llevar a Uruguay hacia nuevas transformaciones.
Ripoll fue la encargada de abrir el evento, con un discurso en el que expresó su agradecimiento a los militantes y destacó la naturaleza especial de la campaña que, según ella, transcurrió con "alegría y compromiso". En su intervención, Ripoll destacó su orgullo de representar al Partido Nacional, al que elogió por su historia de 188 años de cercanía con los más vulnerables.
Uno de los temas centrales del discurso de Ripoll fue el papel de las políticas sociales implementadas durante el gobierno del Partido Nacional, con especial énfasis en el Plan Avanzar, que ha beneficiado a miles de uruguayos. Según Ripoll, este programa ha permitido que "casi 60.000 uruguayos" accedan a una vivienda digna, en contraste con los más de 220.000 que fueron dejados en asentamientos por gobiernos anteriores.
Ripoll también hizo referencia a las mejoras en salud pública, destacando la construcción de hospitales, la llegada de CTI a diferentes puntos del interior del país, y la ampliación del acceso a la educación. Además, reafirmó su compromiso personal con la discapacidad, una causa que definió como "una prioridad" para el próximo gobierno, prometiendo apoyo estatal para los tratamientos de adicciones y la integración plena de personas con discapacidad.
Álvaro Delgado, comenzó su discurso apelando a la emoción de los presentes, muchos de los cuales lo acompañan desde hace años en la militancia política. “Es impresionante la emoción que uno siente cuando te gritan Presidente”, dijo en medio de aplausos, antes de lanzarse en un llamado a la reflexión para aquellos ciudadanos que aún no han definido su voto.
Delgado dirigió buena parte de su mensaje a los indecisos y a aquellos que no votaron por el Partido Nacional en 2019, pero que han podido observar su gestión. “Les pedimos que comparen cómo está el país hoy y cómo estaba hace cinco años”, señaló, invitando a evaluar los avances logrados en diversas áreas, desde la creación de empleos hasta la mejora en la infraestructura y la contención de la inflación.
Uno de los momentos más aplaudidos de su discurso fue cuando recordó la instalación del primer CTI en Las Piedras en 40 años, que definió como un símbolo de su gobierno. También hizo referencia a otras obras emblemáticas como el Hospital del Cerro y el Centro de Referencia de Políticas Sociales en Casavalle, asegurando que el Estado ha estado presente en aquellos lugares donde más se lo necesitaba.
En su discurso, Delgado reiteró que el objetivo del Partido Nacional es continuar con las transformaciones que han comenzado en este gobierno. “Este gobierno nos deja un primer piso muy sólido para seguir construyendo el futuro”, dijo, aludiendo a la necesidad de consolidar los logros obtenidos y avanzar hacia nuevas reformas en un segundo mandato. A la vez, subrayó que su campaña se ha centrado en propuestas, y no en la descalificación de sus adversarios políticos.
Además, reconoció que aún hay áreas donde se puede mejorar, y prometió corregir errores, pero insistió en la importancia de no retroceder a lo que llamó "el peor pasado" de Uruguay. “La alternativa es volver al pasado, al peor pasado, al cual ni yo, ni ustedes, queremos volver”, afirmó en un llamado a los electores a evitar que el país pierda el rumbo que, según él, ha sido marcado con éxito durante los últimos años.
Finalmente, Delgado cerró su discurso con una llamada a la militancia blanca a redoblar los esfuerzos en los últimos días de campaña. “Estos cinco días determinan cinco años”, afirmó, destacando que cada militante tiene la responsabilidad de hablar con los indecisos y convencerlos de que apoyen al Partido Nacional en las urnas.