El Levantamiento del Gueto de Varsovia, iniciado el 19 de abril y hasta el 16 de mayo de 1943, fue la mayor rebelión armada de la población judía durante la ocupación alemana y significó un acto de valentía y esperanza en un mundo signado por el odio racial y la muerte, que hoy debemos recordar con más convicción.
Recordar el “Levantamiento del Gueto de Varsovia” “es un acto contra la muerte y el olvido”, es reconocer la lucha por la vida, aún en las peores circunstancias, como una necesidad de los pueblos. El accionar de un puñado de jóvenes encabezados por Mordejai Anilevich se conmemora con admiración y respeto por enfrentarse en absoluta desventaja y heroicamente a una de las más grandes maquinarias criminales de Europa.
Sin embargo, el recuerdo no puede ser solo ritual, exige interpretarse y reinterpretarse para dar vida a lo que empuja. Hoy vemos que el negacionismo crece en el mundo y la región de la mano de nuevas derechas que son puntales ideológicos y culturales de la ofensiva global y regional contra la Democracia, así como también emergen renovados e intensos discursos de odio que justifican la violencia y la barbarie. A ellos debemos enfrentarlos con firmeza y sin titubeos, asumiendo que “ninguna “cultura es en sí misma bárbara” aunque a en ciertas circunstancias en algunas sociedades se torne hegemónico el comportamiento bárbaro hacia otros. Es por esto que al recordar el heroísmo y la valentía de aquellos jóvenes, mujeres, ancianos y niños en la resistencia, levantamos también nuestra voz por la Paz, el respeto a la vida, la dignidad humana y el cumplimiento pleno de los Derechos Humanos en nuestro país y en el mundo.
Somos conscientes que Uruguay acogió sobrevivientes de aquellas resistencias que hicieron de nuestra patria la suya propia y fueron portadores de enseñanzas de lucha contra el totalitarismo, la defensa de la diversidad y la democracia, y que también fueron víctimas del terrorismo de estado durante la última dictadura. Por ellos y todas las víctimas seguimos reclamando verdad, memoria y la justicia.
Reiteramos nuestro reconocimiento por mantener viva la memoria, y les decimos que los frenteamplistas reafirmamos nuestro compromiso de ser una fuerza de paz, que condena sin dudar el antisemitismo y cualquier forma de odio y discriminación, así como también condenamos el terrorismo en todas de sus formas.
Un fuerte abrazo.
Presidencia del Frente Amplio