"Estas instalaciones educativas son una puerta a un futuro lleno de oportunidades. UTU siempre va a estar presente en estas situaciones. La educación tiene el potencial de cambiar vidas; todos deben tener las mismas posibilidades y, en estas circunstancias, más aún. Debemos dárselas y abrir un futuro venturoso lleno de oportunidades, como la sociedad uruguaya necesita", afirmó el director general de UTU, Ing. Agr. Juan Pereyra.
Se trata de una comunidad educativa que está compuesta por 11 salones, biblioteca, sala docente, baños, patio, depósito, un polideportivo y un infocentro comunitario de Antel con conectividad, donde UTU utilizará dos aulas y las instalaciones para impartir el primer año de Bachillerato Tecnológico de Carpintería y Deporte y Recreación para 60 alumnos, aproximadamente, que iniciará en 2025.
"Es un espacio que representa un paso significativo en el compromiso con la educación y la reinserción social dentro del sistema penitenciario. Este logro es resultado del esfuerzo conjunto de distintas áreas del INR y de la participación activa de las personas privadas de libertad quienes, con su trabajo, han contribuido a la refacción de este edificio, que antes era una panadería abandonada y que hoy se transformó en un lugar de enseñanza y oportunidades", expresó, por su parte, el director nacional del INR, Crio. Gral. (R) Luis Mendoza.
Fueron 45 las personas que trabajaron bajo la dirección del Área de Mantenimiento y Obra de la Unidad N.° 6 en la refacción de este local, que cuenta con una superficie total de 1.020 metros cuadrados.
En este sentido, la subdirectora técnica del INR, Lic. Lourdes Salinas, explicó que el Instituto se dedica no solo a la intervención penitenciaria, sino también a la educación. "Ponemos un enfoque específico en la continuidad y las trayectorias educativas; por eso, en estos años generamos acuerdos para traer todas las propuestas educativas que hoy ya están presentes en el sistema penitenciario. Actualmente tenemos alfabetización, Primaria, Secundaria, UTU y educación terciaria e INEFOP. Para nosotros es muy importante porque da cuenta de la continuidad entre el afuera y el adentro. Lo principal es que las personas privadas de libertad se incluyan en estas actividades y luego le den continuidad en el medio libre".
Y agregó: "Son espacios de convivencia, educación, hermandad, donde se puede convivir en paz y se desarrollan valores como el respeto y el buen trato hacia las personas privadas de libertad y hacia los funcionarios. La educación no se limita a un espacio entre cuatro paredes, sino que se transversaliza en la vida cotidiana en las cárceles; está desde que ingresan hasta que egresan".