Nos cuenta Marcelo que “como pilares en su empresa siempre ponen el producto y su calidad, la eficiencia en su servicio, la capacitación constante del equipo humano y la innovación tecnológica”. La avícola cuenta con la alimentación de las gallinas 100% automatizada, así como la recolección de las posturas y la limpieza de los galpones, aunque parte de la clasificación de los huevos se hace de forma manual. También compostan los residuos avícolas, y están trabajando en mejorar la eficiencia energética y en el cambio de matriz, para hacer todo más sustentable. En estos momentos la avícola abastece con huevos frescos a los mercados de Durazno, Santa Lucía y Florida. Cuenta con 15 personas empleadas directamente, y 5 indirectas.
“El haber participado y haber quedado entre las empresas finalistas del premio de ANDE ya nos dio visibilidad, y nos dio una manera de comunicación con la gente que no nos conocía, o no sabían que trabajábamos con esta tecnología. Además, tanto el personal de la empresa como los socios estamos muy contentos con este premio”, asegura Marcelo. “De acá en más, con el premio, tenemos pensado mejorar nuestra página web, incorporar el comercio electrónico para vender a través de internet, y acercarnos más al consumidor, ya que por el momento vendemos tercerizado”. La idea es también capacitar al personal para trabajar con todo eso que puede ser un nuevo punto de partida, para que el consumidor final reconozca la marca y se identifique con ella. “La apuesta es que la gente conozca no solo el producto final, sino también a la empresa y la historia que hay detrás”.