Con una fiesta en el patio de la escuela que congregó a toda la comunidad educativa, familias, alumnos y maestros de la escuela, se realizó la inauguración del mosaico conformado por más de 1000 piezas de cerámicas, que desde este martes decoran los muros de la escuela con una decena de mariposas coloridas, como símbolo del poder de la esperanza, que va más allá del odio y la resistencia a pesar de la supuesta fragilidad.
El proyecto integró a los 600 alumnos de la escuela, desde inicial 4 hasta 6° grado, a los maestros, docentes y familias enteras que se involucraron en el diseño y creación del mismo. La realización del mosaico fue llevado adelante por la escuela junto a vecinos, padres, docentes y maestros del centro educativo.
Contaron además, para hacer posible la obra, con el apoyo de los alumnos y egresados de cerámica de la escuela de artes y artesanías Dr. Pedro Figari, quienes se sumaron enseñando la técnica del mosaico. Cada clase junto a sus maestros fueron pensando y creando las diferentes mariposas que forman parte de la obra que hoy decora la fachada de la escuela. Se trabajó en diferentes proyectos en los diversos niveles, para a través de la imagen de la mariposa comunicar diversas formas de expresión y conocimiento.
Estuvieron presentes en el acto, además de toda la comunidad educativa, alumnos, maestros y docentes, la maestra directora de la escuela, Angélica Almeida, los representantes del Proyecto Mariposas, Marcel Salinas y Virginia Badalá, así como los representantes de la UTU de Santa Catalina, María Teresa Rodríguez y Florencia Jaimes, quienes apoyaron el proyecto y la inauguración del mosaico a través de la gastronomía.
La directora Almeida indicó que la iniciativa llegó a través de una maestra, comenzó siendo un proyecto de sexto año, y luego, se extendió a toda la escuela. “El Proyecto Mariposas se desarrolló durante todo el año bajo el concepto “Emocionalmente diverso”, también se incluyó el área de lengua, donde el hilo conductor fue la mariposa, la historia detrás del proyecto Mariposas, y cómo de algo tan feo como un campo de concentración puede surgir todo esto tan lindo”, explicó la directora.
Virginia Badalá de Proyecto Mariposas explicó que vienen trabajando en esta escuela desde principio de año donde se presentan las ideas y el objetivo del plan para apoyar a los niños a que no existan agresiones. “Dejamos una semilla prendida para que luego se pueda seguir trabajando en estos temas”, contó Badalá. A su vez, Marcel Salinas, representante del proyecto, resaltó la receptividad de los docentes y maestros para lograr que se movilice toda la comunidad en este tipo de iniciativas.
El Proyecto Mariposas busca defender los derechos de los niños y adolescentes con una acción concreta a través de las artes. Generar puentes entre los diferentes actores de la comunidad cercana a la escuela pública en Uruguay y cada país de Latinoamérica. Y desarrollar la sensibilidad del mosaico, la pintura y otras artes, para educar en la tolerancia y advertir sobre el peligro de la fragilidad humana. Tiene como objetivo concientizar sobre los genocidios y ataques a los derechos de los más débiles frente a las guerras y conflictos para que no vuelva a repetirse ningún acto de discriminación contra ningún colectivo. Desde el proyecto señalan que el movimiento está inspirado en el poema creado por un joven en el gueto de Terezin “La Ultima Mariposa”, el Butterfly Project simboliza la vida de los sobrevivientes, defiende los derechos de los niños y apuesta a erradicar cualquier tipo de holocausto o explotación sin importar el lugar, credo o condición. El símbolo es esa mariposa, tan frágil y llena de vida como los niños que se encontraban en el gueto, pero con el privilegio de ser libre. El proyecto es financiado por la Fundación Reaching U.
El mosaico de la escuela Nº 309 se suma a otras intervenciones que el Proyecto Mariposas ya ha realizado en otras escuelas tales como la escuela Nº 271 Ana Frank, la escuela Nº 53 Gran Bretaña, la escuela Nº109, el jardín de infantes Nº 315, las escuelas N°60 y N°69, la escuela Japón y la escuela Nº 350.
La inauguración congregó a todos los alumnos, familias y vecinos de la escuela en el patio. Los niños interpretaron la canción “Para la guerra nada”, y luego representaron “Entre la guerra y la paz una mariposa”. Además, en los salones y patios internos del centro escolar los alumnos prepararon y expusieron diferentes trabajos realizados en torno a la mariposa y los valores de hermandad, empatía, diversidad y derechos. A través de distintas estaciones decoradas con dibujos y frases, los niños expresaron todo lo trabajado en el año que culminó con la presentación del mosaico realizado conjuntamente y que hoy forma parte de los valores y la historia de la escuela.