Este martes, Barretto expuso como vocero del Grupo de América Latina y el Caribe (GRULAC) ante OIT, durante el tratamiento del quinto punto del orden del día: el Marco Mundial acerca de los Productos Químicos, sus repercusiones para la OIT y las medidas de seguimiento propuestas.
En 2023 se adoptó el Marco Mundial sobre los Productos Químicos: por un Planeta Libre de los Daños derivados de los Productos Químicos y los Desechos que incluye un llamamiento de alto nivel a la acción que se plasmó en la Declaración de Bonn. El Marco Mundial sobre los Productos Químicos y la Declaración de Bonn sustituyeron el Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos a Nivel Internacional, que el Consejo de Administración había apoyado en su 297.ª reunión (noviembre de 2006). En su 349.ª reunión (octubre-noviembre de 2023), el Consejo de Administración aprobó la Estrategia Global en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2030 y el plan de acción para su aplicación.
En este contexto, Barretto señaló que el GRULAC reafirma que la gestión racional de los productos químicos y los desechos es un aspecto clave en el mundo del trabajo, dado el alto nivel de exposición de trabajadores y trabajadoras a sustancias peligrosas.
Destacó además el rol fundamental de las instituciones laborales en la formulación de políticas para entornos laborales seguros y sostenibles.
Y expresó que, tras la adopción del nuevo Marco Mundial sobre Productos Químicos en 2023, respaldado por la Declaración de Bonn, el GRULAC considera clave analizar cómo la OIT puede apoyar su implementación.
Además, subrayó la oportunidad de generar sinergias entre este Marco y la Estrategia Global de la OIT en Seguridad y Salud en el Trabajo 2024-2030, acogiendo las medidas de seguimiento propuestas para garantizar coherencia y complementariedad en su aplicación.
Expectativas del Gobierno uruguayo en el Consejo de Administración de la OIT
En el marco de su participación en la reunión del Consejo de Administración de la OIT, el subsecretario Barretto también destacó algunos temas clave que son de especial interés para el Gobierno Uruguayo.
Entre ellos, resaltó la importancia del debate sobre el trabajo decente en las cadenas mundiales de suministro, señalando que "esta es una cuestión básica en países como los nuestros, los del sur, que son receptores de la locación de las empresas multinacionales o que integren una cadena de suministro global". En este sentido, subrayó que "es vital consagrar márgenes de trabajo decente en las empresas que integran la cadena de suministro de las empresas multinacionales".
Barretto también hizo referencia a la necesidad de avanzar en la reforma de la Constitución de la OIT, impulsando una mayor participación de los países en el Consejo de Administración. "Es una reforma constitucional que se aprobó en la OIT en el año 1986, pero que requiere un cierto número de ratificaciones por países para que entre en vigor", explicó, agregando que Uruguay podría contribuir de manera eficaz a este proceso.
Otro tema destacado por el subsecretario fue la organización de la XX Reunión Regional Americana de la OIT, que se desarrollará en Punta Cana en octubre de este año. "Por primera vez, la agenda de esta reunión será elaborada por una comisión tripartita, conformada por representantes de gobiernos, trabajadores y empleadores", destacó. Uruguay forma parte de esta comisión y ha tenido un rol activo en la definición de los temas a tratar.
Finalmente, mencionó la relevancia de la discusión sobre migración equitativa, la promoción de la negociación colectiva y el presupuesto de la OIT para los próximos años, subrayando que "son debates fundamentales para el futuro del mundo del trabajo y la protección de los derechos laborales".
Cabe señalar que Uruguay es miembro titular del Consejo de Administración, al menos hasta mediados del 2027. Este órgano ejecutivo de la OIT se reúne tres veces al año: en marzo, junio y noviembre. Entre sus funciones se destacan tomar decisiones sobre la política de la organización, decidir el orden del día de la Conferencia Internacional del Trabajo, adoptar el proyecto de Programa y Presupuesto de la Organización para su presentación a la Conferencia y, cada cinco años, elegir al director general.