El evento contó con la participación de especialistas que trabajan en la gestión de bosques y en el vivero nacional en Toledo, Canelones, quienes destacaron la importancia de conservar y estudiar tanto semillas nativas como exóticas recolectadas a lo largo del territorio nacional. Vanzini explicó que el proyecto actual abarca 81 especies, de las cuales 55 son nativas. "Estamos comprometidos con la creación de un banco de germoplasma para fomentar la rehabilitación y reforestación utilizando material genético de conocida procedencia y alta variabilidad genética", afirmó.
Durante la exposición, los técnicos detallaron las técnicas empleadas para la conservación de semillas, incluyendo el almacenamiento en cámaras de frío y los métodos de análisis de germinación que aplican para asegurar la viabilidad de las especies en diferentes condiciones ambientales. Además, resaltaron la venta y donación de semillas a instituciones públicas y el público en general como parte de su estrategia para incentivar la participación comunitaria en estos esfuerzos de conservación.
Uno de los puntos destacados de la presentación fue la introducción de especies frutales menos conocidas que, según González, poseen un potencial considerable para enriquecer la biodiversidad local y ofrecer nuevas opciones para la industria frutal del país. “Estamos explorando especies como el Baporetí, que han mostrado resultados prometedores en nuestros estudios preliminares con tasas de germinación que oscilan entre el 40 y el 60%”, indicó González.
El encuentro también sirvió para abordar los desafíos que enfrenta la conservación de estos frutos nativos, especialmente la necesidad de mayores investigaciones y recursos para realizar colectas más amplias y sistemáticas. “Necesitamos aumentar nuestra capacidad de recolección para garantizar que no se pierdan especies valiosas y para tener un mejor entendimiento de sus propiedades y potencialidades”, subrayó Vanzini.
La jornada concluyó con un llamado a la acción para fortalecer la colaboración entre diversas instituciones y aprovechar mejor el patrimonio natural del país. Los organizadores del encuentro destacaron la importancia de estas iniciativas para promover una mayor conciencia y participación pública en la preservación de los recursos naturales de Uruguay, así como para incentivar a agricultores y consumidores a explorar y adoptar frutos nativos en sus dietas y prácticas agrícolas.