El cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) es una de las especies de aves más amenazadas de extinción en Uruguay, ya extinta en muchos de sus ambientes originales, única especie en su género, habita en Argentina, Brasil y Uruguay. Ha sufrido históricamente una fuerte presión de captura para abastecer el mercado ilegal de aves de jaula.
Los días 25 y 26 de noviembre fueron liberados en Uruguay 14 de estos ejemplares provenientes de tráfico ilegal, tras un procedimiento realizado por Barrera Sanitaria del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) e Interpol y requisas de animales provenientes de caza furtiva efectuadas por el Ministerio de Ambiente (MA).
Los animales, traficados en condiciones de hacinamiento, llegaron deshidratados y algunos de ellos murieron en las primeras 24 horas. Para su cuarentena fueron enviados a la Reserva de Pan de Azúcar, donde recibieron, durante cinco meses, atención veterinaria y los cuidados necesarios para su recuperación. Se realizaron chequeos médicos para evitar introducir enfermedades a la naturaleza, que fueron analizados por Facultad de Veterinaria y la División Laboratorios Veterinarios (Dilave) del MGAP.
Se realizaron además estudios genéticos, también en atención a la protección de la especie. Por ejemplo, existen diferentes núcleos que no deben mezclarse, ya que las vocalizaciones de un macho de un núcleo, no atrae a las hembras del otro, de manera que esto incide directamente en el éxito reproductivo.
Uruguay comparte la población de cardenal amarillo con Corrientes y Entre Ríos (Argentina) y se pudo comprobar, mediante estudios mitocondriales y nucleares, que los ejemplares recuperados en nuestro país pertenecían a esta población. Estos estudios fueron realizados en el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IBCE - Departamento de Biodiversidad y Genetica).
La vuelta a la naturaleza: elegir su sitio de reintroducción
El cardenal amarillo habita bosques abiertos y matorrales representados por la presencia de arboles y arbustos espinosos, parches de bosque intercalados con pastizales, con espinillo, molle, coronilla, tala entre otros. Por lo tanto, se debía encontrar un sitio acorde pero además protegido de cazadores furtivos.
Otro aspecto a considerar es que nidifican entre octubre y diciembre, por lo que también era importante contar con el alta sanitaria antes de finalizar el último mes del año.
Salvados ambos aspectos para una adecuada reintroducción al medio natural, los cardenales fueron anillados -con el fin de ser monitoreados- y llevados a diferentes puntos donde finalmente fueron liberados.
Esta última etapa se logró mediante el apoyo de Wild Punta del Este y de actores locales, fundamentales en este proceso. A partir de aquí comienza la etapa de monitoreo y es de esperar que logren aclimatarse y establecerse.