Faroppa comenzó abordando la nueva normativa de la Unión Europea (UE) destinada a prevenir la deforestación global y su impacto potencial en Uruguay. Expresó su preocupación por los posibles costos adicionales y obstáculos comerciales que esta regulación unilateral podría generar, especialmente para las pequeñas empresas y productores.
Uruguay ha sido un líder en políticas de sostenibilidad, con una política de protección del bosque nativo de más de 50 años. Faroppa destacó que Uruguay es uno de los pocos países donde el Bosque Nativo ha crecido en superficie en las últimas décadas. Además, resaltó los avances en el sistema de trazabilidad del ganado, con más de 20 años de gestión, y la implementación de los sistemas de Planes de Uso y Manejo de las tierras agrícolas, con más de una década de experiencia. También mencionó el desarrollo de la producción forestal y su cadena de custodia bajo certificación internacional, lo que ha posicionado a Uruguay como un referente en la materia.
Faroppa enfatizó que Uruguay ve esta normativa como una oportunidad para resaltar sus fortalezas y demostrar la sostenibilidad de sus sistemas productivos. Con más de 1.770 empresas vinculadas al complejo forestal, la mayoría de ellas micro y pequeñas empresas, Uruguay confía en trabajar en colaboración para encontrar soluciones que beneficien a todos y promuevan un futuro más sostenible y próspero. También destacó la importancia del sector de los aserraderos en Uruguay. Según la Encuesta Aserraderos 2020, existen 77 aserraderos en el país, de los cuales el 71% son micro y pequeñas empresas, evidenciando la predominancia de las empresas de menor tamaño en el sector maderero.
Faroppa concluyó reafirmando el compromiso de Uruguay con la protección de los recursos naturales y la sostenibilidad, instando a la colaboración para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presenten.