Uno de los puntos centrales es la planificación adecuada del trabajo en el predio: “Es importante no superponer la vacunación con otras actividades. El día que se vacuna, solo se debe vacunar”, subrayó Acosta. Esto evita estrés innecesario en los animales y asegura una mejor respuesta inmunitaria.
Además, la doctora insistió en la necesidad de conservar la cadena de frío, desde el momento en que se retira la vacuna del puesto hasta su aplicación. Para ello, se debe utilizar una conservadora con refrigerante suficiente, mantener la temperatura óptima y no congelar el producto. También recordó que el traslado de la vacuna debe realizarse con agilidad, sin interrupciones innecesarias.
Entre las buenas prácticas recomendadas se destacan:
La directora también indicó que es necesario agitar el frasco antes de cargar la jeringa, respetar todas las indicaciones del laboratorio fabricante y mantener a los animales tranquilos durante el proceso. “Un animal estresado responde peor a la vacunación. Todo lo que podamos hacer para reducir el estrés contribuye a una mejor inmunidad”, afirmó.
Estas buenas prácticas forman parte de la estrategia integral de sanidad animal que promueve el MGAP, y son esenciales para consolidar los niveles de inmunidad del rodeo nacional.