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SUSCRIBITEEl lunes 23 de septiembre se llevó a cabo, en el Salón de Actos del Ministerio de Salud Pública (MSP), la firma del acuerdo binacional entre los Gobiernos de la República Oriental del Uruguay y la República Argentina sobre el intercambio de plasma y hemoderivados.
En el acto participaron: el ministro interino de Salud Pública de Uruguay, José Luis Satdjian; el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, Marcelo Sosa; el director ejecutivo del Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba, Héctor G. Tavella, y la asesora de la Ministra y el Subsecretario de Salud Pública, Jessica Vega.
Se conviene la modificación del acuerdo sobre el intercambio celebrado el 30 de octubre de 1985, en virtud de la variación del valor de retribución del plasma. La renovación del convenio marca un hito en la cooperación sanitaria entre ambos países, permitiendo la optimización de recursos y mejorando la calidad de atención médica a través del acceso a productos esenciales derivados del plasma.
Este acuerdo es clave para el intercambio de plasma congelado, el cual es procesado en el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba. Como resultado se obtienen productos como la albúmina sérica humana, las inmunoglobulinas G endovenosa, el Factor VIII antihemofilico, complejo protrombínico y antitrombina III, utilizados en el tratamiento de múltiples enfermedades inmunológicas y trastornos de la coagulación, como la hemofilia.
La complementación de servicios entre Uruguay y Argentina no solo optimiza la utilización del plasma, sino que también fortalece la infraestructura sanitaria regional y permite asegurar un abastecimiento constante de productos médicos derivados del plasma, garantizando así la sostenibilidad de los sistemas de salud. Fomenta la formación de equipos profesionales especializados y mejora la logística del transporte y procesamiento de los hemoderivados.
Este convenio asegura que Uruguay y Argentina puedan trabajar juntos para garantizar la provisión de tratamientos de alta calidad a su población, consolidando un modelo de cooperación sanitaria regional que beneficie a ambas naciones en el largo plazo.